Estamos ante un juego de estrategia simple, y sumamente divertido. Que te hará cambiar de opinión cuando lo pruebes. Una vez más, vemos cómo no está reñida la sencillez y la facilidad, con el desafío estratégico que un juego te plantea. Parece que el juego del que os vamos a hablar hoy en Todoestrategia es el macho alfa de los wargames. Aunque se trata de un juego muy sólido, no estamos ante el mejor juego de estrategia de la historia. Pero, como analizaremos a lo largo de este artículo, cumple con creces las expectativas creadas.
Antes de nada, me gustaría dar las gracias a Luis de la editorial Draco Ideas, por obsequiarnos con este juego para poder analizarlo a fondo. Es una marca que confía con fuerza en los diferentes medios que nos encargamos de divulgar sobre este mundillo, y es de agradecer su labor de apoyo a todos nosotros. Al final del artículo, os dejaré un enlace hacia la tienda de Draco Ideas por si os ha gustado el juego y decidís comprarlo.
Tetrarchia: Concepto básico del juego
Este excepcional juego de Miguel Marqués es una historia simplificada de la lucha romana por la supervivencia bajo el emperador Diocleciano. Se trata de un juego de estrategia cooperativo de 1 a 4 jugadores editado originalmente por Nestor Games, aunque ha sido reeditado y mejorado por la editorial Draco Ideas. Cada uno de los jugadores deberán de tomar el papel de los 4 Emperadores romanos que fueron designados durante este período histórico. Su misión será sencilla: enfrentarse contra las revueltas dentro del Imperio y los ejércitos bárbaros que tratan de derrocarlo.
Como indiqué al principio de este artículo, Tetrarchia es un juego muy sencillo. Sus reglas son claras y el juego tiene un motor que hace que cada una de las partidas que echemos sean bien diferentes. Con reglas sencillas, el motor central conduce a partidas muy diferentes y finales llamativas.
Antes de proseguir con el análisis del juego, vamos a hablaros sobre el contexto histórico en el cual nos encontramos.
¿Cuál es el contexto histórico en el cual jugamos al Tetrarchia?
La Tetrarquía fue el sistema de gobierno muy particular que Diocleciano decretó a finales del siglo III después de Cristo. El emperador romano Diocleciano, en el año 293, para dirigir mejor al Imperio, decidió dividirlo entre dos emperadores mayores, los augustos; y sus subalternos y sucesores designados, los césares. Esto marcó el final de la crisis del siglo III.
El sistema tetrárquico, se basaba en la cooperación entre los gobernantes, pero no suponía el reparto del poder pues la autoridad principal seguía siendo Diocleciano. Los augustos proponían las medidas y los césares las hacían cumplir. Para conformar la primera tetrarquía Diocleciano nombró a Cayo Galerio Valerio Maximiano como césar. Mientras que Maximiano nombraba césar para la parte occidental a Flavio Valerio Constancio.
Para hacer efectivo el gobierno se requería un dividir los territorios. Desde donde cada uno de los gobernantes tendrían la capacidad de hacer frente a los problemas de forma eficaz. Se establecieron de la siguiente manera:
- Diocleciano estableció su residencia en Nicomedia controlando los territorios de Asia Menor, Oriente y Egipto. Su césar
- Galerio se estableció en Sirmio, hasta su traslado a Tesalónica en torno al 300, y mantenía el control de las provincias danubianas y Grecia.
- Maximiano en occidente estableció su capital en Mediolanum (Milán) y extendió su dominio sobre los territorios de Italia, África e Hispania. Respecto a esta última, Aurelio Víctor se la atribuía al césar Constancio Cloro, pero para Lactancio quedó en mano del augusto.
- Constancio controló las provincias galas, belgas y germanas con sede en Augusta Treverorum (Tréveris) y con la misión de recuperar Britania de manos del usurpador Carausio.
Es importante matizar, que cuando se designó la Tetrarquía, no había una división territorial absolutamente delimitada sobre las áreas de poder de cada tetrarca. Diocleciano se comportaba como el que tenía el poder fáctico siendo el augusto senior.
¿Cómo se juega?
Cada uno de los jugadores deberá tomar el control de cada uno de los Emperadores. En el caso de jugar sola una única persona, este asumirá el papel de todos los Emperadores. O de lo contrario, estos se irán dividiendo en función del número de los mismos.
Estos se tendrán que repartir en una de las provincias que posteriormente diremos, o directamente en la mismísima capital nominal del Imperio: Roma. El tablero de juego estará compuesto de 42 provincias distribuidas en 7 regiones de 6 provincias.
Despliegue de los Emperadores y terreno de juego
Los Emperadores podrán ser desplegados en Roma o en las siguientes provincias:
- Constancio: Germania inferior.
- Maximiano: Cisalpina.
- Galerio: Pannonia Inferior.
- Diocleciano: Bithynia.
Estas regiones se consideran una guarnición defensiva a todos los efectos y son sus cuarteles generales donde podrán, también, ser desplegados si son derrotados durante el transcurso de la partida. Además, a lo largo del mapa nos encontraremos con los diferentes tipos de terreno que influyen en nuestro movimiento:
- Terreno abierto: Sin penalización al movimiento.
- Terreno difícil: Penalización en el coste de la acción al moverse a través de este tipo de rutas.
- Mar: Zona del mapa que sirve para interconectar diferentes puntos del mapa.
Preparación del juego
Una vez asignados los Emperadores, deberemos seguir los siguientes puntos para preparar una partida al Tetrarchia:
Revueltas
Colocaremos 6 revueltas en cada una de las seis regiones del mapa. Serán situadas tirando 1d6 y situada en la provincia que el azar determine.
Regular el nivel de dificultad de cada partida
Este es un punto importante del juego. Tetrarchia nos permite gestionar el nivel de dificultad de una forma muy especial, ya que cuenta con múltiples variables que podemos ajustar como nosotros queramos antes de una partida:
- Podremos regularla variando el número de fichas de control (como guarniciones o ejércitos) que cada uno de los 4 emperadores puede colocar en el mapa (mayor número de fichas te lo pondrá más fácil). 3 Guarniciones en la reserva nivel difícil, 4 medio y 5 fácil.
- Número de flotas que permiten a los emperadores moverse por el agua (a mayor número de flotas, más sencilla será la partida: Valor: 1, 2 o 3)
- Rebeliones adicionales colocadas durante la configuración (menos rebeliones te lo hacen más fácil: Valor: 0, 1 o 2).
- Número de ejércitos invasores bárbaros durante la preparación (menos ejércitos enemigos, más facilidad en la partida: Valor: 0, 1 o 2).
Esto da como resultado un total de 81 combinaciones diferentes para jugar escenarios de distinta índole.
Secuencia del turno
Las rondas de juego se dividen en cuatro turnos diferentes. En el orden indicado por el color del Emperador, iremos activando a cada uno de estos. Después de cada una activación de un Emperador hay una fase bárbara. Es decir, cada ronda cuenta con 4 turnos, los cuales se subdividen en dos fases cada uno.
Para entender más a fondo cada una de las mismas, vamos a explicar cada una de las fases con más lujo de detalles:
Fase romana
Cada Emperador dispone de 6 puntos de Imperio (o puntos de acción, vamos). Los cuales los puede invertir para realizar diferentes acciones.
- Movimiento: Desplazar al Emperador por diferentes secciones del mapa.
- Navegar: Si hay un barco que une dos provincias costeras, podemos movernos de una a otra.
- Proteger: Sirve para crear una guarnición en la provincia en la que el Emperador se encuentre. Para asegurar una frontera, se invertirán dos puntos de Imperio.
- Someter: Eliminar agitaciones (1 PI), reducir (1 PI) o eliminar revueltas.
- Atacar: Podemos movernos a una provincia donde haya un ejército bárbaro y derrotarlo. En función del número de revueltas adyacentes, guarniciones y Emperadores/Ejércitos bárbaros que estén apoyando, se añadirán bonos a la resolución. Cada bando lanza 1d6 y aplica los bonos. El que gana elimina del juego al adversario (no de forma definitiva).
Fase bárbara
Tras acabar de activar a un Emperador, procederemos a hacer lo siguiente con los bárbaros:
- Revueltas: Sirve para propagar la revolución bárbara y transformar agitaciones en revueltas cuando sea pertinente.
- Actividad bárbara: Se crean agitaciones aleatorias por el mapa.
- Avance bárbaro: Los ejércitos bárbaros avanzan por el mapa. Estos deben seguir las flechas del mapa para moverse por el territorio. En el caso de que atraviesen terreno difícil pasarán a 4+. De lo contrario se quedarán, sin moverse, en el mismo sitio. Si se topan con un Emperador en el camino, lucharán como se indicó en la fase anterior.
¿Cuál es la condición de victoria en el Tetrarchia?
Como os dijimos al principio, el juego de Tetrarchia es bastante simple en cuanto a las reglas. Una partida acaba cuando se produce alguno de los siguientes hitos:
- Cuando los Emperadores romanos han conseguido colocar una guarnición en cada una de las fronteras con los bárbaros, es victoria para Roma. Para poder colocar una guarnición en una frontera necesitaremos tener la provincia limpia de revueltas (pero no de agitaciones).
- Si Roma es conquistada o no hay espacio para colocar discos de agitación o revuelta en el mapa, es victoria para los bárbaros.
Sencillo, ¿verdad? Deberíamos de acabar una partida en unos 30 minutos aproximadamente. Las sesiones iniciales pueden durar entre 45 y 60 minutos, pero más adelante puedes ajustarlas fácilmente a 20 o 30 minutos. O menos si las cosas se te complican.
Diferentes módulos de juego en Tetrarchia
La versión del juego de Draco Ideas incluye la expansión Dux, la cual incluye 4 módulos diferentes. En función del mismo, podremos hacer la partida más fácil o difícil. Pero su objetivo claro es añadir mayor variedad al juego:
- Dux: Incluye una nueva unidad que es el Dux. Este se comporta como un Emperador, el cual todos los jugadores pueden emplear gastando puntos de Imperio. Pero, únicamente, sirve para atacar. Si este muere una vez, no puede volver a ser reclutado.
- Vicarius: Es una figura de apoyo contra las agitaciones, pero que no tiene ningún rol ofensivo.
- Piratas: Un sistema de juego original que incluye barcos piratas que pueden bloquear a las embarcaciones romanas. Además, se pueden destruir combatiendo de una forma parecida a cómo se hace con un ejército bárbaro terrestre.
- Godos: Son un tipo de ejército bárbaro mejorado, combaten con un +1 y pueden atravesar fronteras protegidas.
Adicionalmente a estos módulos, existen otras variantes de juego que añadirán más diversión a nuestras partidas de Tetrarchia. Hay un total de 6 variantes diferentes:
- Imperium: Cada emperador tiene una habilidad especial diferente que puede emplear durante la partida.
- Mare Nostrum: Interconecta los mares cuando hay embarcaciones adyacentes.
- Vía Romana: Los Emperadores pueden mover guarniciones por el mapa.
- Usurpator: En regiones con todas sus provincias en revuelta aparece un usurpador. Que es un ejército adicional que se despliega cuando se dan las condiciones anteriormente descritas.
- Roma Aeterna: Un sistema de juego que obliga a los jugadores a guardar el equilibrio de poder. Hay determinadas hazañas que otorgarán puntos de victoria a cada Emperador y, para poder ganar, deberemos de evitar que uno de ellos tenga muchos más que sus rivales.
- Barbaria: Es el modo de juego más diferente de todos. Un jugador asume el papel de los bárbaros, pudiendo tener opciones para regular el movimiento de los ejércitos bárbaros y afectar los turnos de los Emperadores de forma adversa.
Escenarios históricos del Tetrarchia
Por si esto no fuera suficiente, el Tetrarchia aún incorpora una serie de modos de juego diferentes. Los cuales son escenarios históricos para los amantes de la historia. Puesto a que cada uno de ellos nos hará vivir algunos de los sucesos más tensos que tuvieron que atravesar los tetrarcas.
Hay un total de 4:
- Revuelta de Carausio (286-296): El más serio desafío que tuvo que atravesar Diocleciano contra el ejército del romano rebelde Carausio. En él, nos enfrentaremos al mismo que está apostado con sus embarcaciones en Britannia.
- Guerras Danubianas (293-296): Un enfrentamiento que tuvieron que resolver Diocleciano y Galerio derrotando a los bárbaros Carpos, Bastarnos y Sármatas. Deberemos sofocar mayor número de revueltas en Illyiricum y en Graecia. Además de tener que enfrentarnos a los bulliciosos sármatas que emergen de Sarmatia y a los bárbaros germanos.
- Guerra Mauretana (296-298): Un enfrentamiento de los romanos contra los bereberes del Atlas y el Sahara. Nos enfrentaremos a piratas y a una mayor tensión política, a modo de revueltas, en Hispania y en África.
- Gran Guerra Persa (296-299): Los persas invaden Armenia comandados por Narsés. Y Egipto se levanta en armas contra Roma, proclamando a Domiciano como nuevo Emperador. En este escenario, deberemos derrotar a Narsés y a Domiciano, tratando de cobrar la paz en las provincias de Asia Minor y en África.
Conclusiones
Llevo largas e intensas horas probando este juego durante estos últimos días. Creo haber adquirido la perspectiva necesaria para poder arrojar algo de luz sobre los aspectos más positivos y negativos del Tetrarchia. Procedo a describirlos:
Mecánicas de juego excelentes
En primer lugar, sus mecánicas de juego son realmente sobresalientes. Es un juego con el cual te romperá la cabeza para que trates de buscar una solución, para sofocar constantemente todos los problemas que te vas encontrando durante el turno. En función del modo de juego y el nivel de dificultad va a variar enormemente el desafío, pero debemos estar pendientes durante nuestro turno de qué decisión deberemos de tomar. A no ser que tengas una suerte épica, no vas a conseguir la victoria si mueves al tuntún y haces las cosas aleatoriamente.
Si no quieres enfrentarte a los bárbaros al 50% en enfrentamientos muy locos, lo suyo es que prepares el terreno para tener una clara ventaja contra los mismos. Y esto no es nada sencillo al principio, pues tienes que prever dónde estarán los ejércitos bárbaros para preparar bien a tus Emperadores, y a sus guarniciones, para darles caza fácilmente.
Pero claro, no te puedes tirar muchos turnos esperando, porque el juego te está metiendo presión constantemente con tanta agitación y revuelta. Una de las cosas más importantes de las que me di cuenta al principio en el Tetrarchia es saber gestionar los turnos con cabeza. Con esto me refiero a tratar de hacerte una composición de lugar sobre cómo estará el mapa cuando a ese Emperador le toque activarse de nuevo.
Aunque estamos todo el rato activando Emperadores, estos no están en las mismas posiciones, ni se enfrentan a las mismas amenazas. Pero los ejércitos bárbaros avanzan cada una de las fases, por las que tienes que planificar bien tus movimientos para que no te pillen desprevenido o que no se te metan hasta la cocina de Roma.
Gran rejugabilidad
Puedes echarte varias partidas durante una tarde, cada una de las cuales te brindará una experiencia distinta. Cada partida, tiene una serie de particularidades diferentes. La razón principal es que los ejércitos bárbaros y las revueltas estarán ubicadas en zonas muy dispares (al determinarse aleatoriamente al principio de cada una de las partidas). Y esto hará que las decisiones que debamos tomar sean diferentes en cada momento. No hay salidas prefijadas óptimas en Tetrarchia, porque va a depender de la situación.
Y, si tenemos en cuenta la gran cantidad de material adicional que hay a nivel de juego, con los dux, piratas, batallas históricas y demás; tienes un excelente juego al que le puedes echar una cantidad de horas locas. Cada uno de los modos de juego nos darán cambios leves, pero lo suficientemente profundos como vivir una experiencia de juego distinta.
Rápido y ágil
La curva de aprendizaje para empezar a jugar al Tetrarchia es muy baja. Y eso le hace ser un juego muy bueno para personas que se quieran acercar a los juegos de mesa de temática histórica. No requerirá tener que estar leyendo muchas reglas diferentes y las mecánicas del juego son muy facilitas. Con una simple lectura de su manual, podrás ponerte manos a la obra.
Además, las partidas son muy rápidas. Lo que nos permite echarnos una en ratos muertos del día, en mi caso eran en aquellas ventanas que tenía después de cenar y antes de irme a la cama. La preparación del juego es absurdamente rápida, porque en menos de 2 minutos tienes los materiales necesarios desplegados para empezar a jugar. Y cuando tengas que recoger el juego, tardarás a lo sumo 5 minutos si tenías las fichas muy desperdigadas y entremezcladas (como era mi caso xD).
Mucha aleatoriedad
Es el aspecto que menos me ha gustado del juego. La suerte influye durante una partida más de lo que me hubiera gustado. Cuando una agitación, de las que surgen en cada uno de los turnos, cae en una provincia con una revuelta, la partida se vuelve muy loca. Empiezan a surgir muchas revueltas por diferentes puntos de la región. Esto es especialmente peligroso al principio de la partida, porque tienes que centrarte en apagarla con 1 o 2 Emperadores, lo que va a provocar que los ejércitos bárbaros campen a sus anchas con mayor facilidad.
Los combates tienen un fuerte componente aleatorio. Perder ante un ejército bárbaro en determinada situación, te puede destrozar una partida fácilmente. Y es una tirada enfrentada de dados de 6 (con bonificadores, claro). Es verdad, que es uno de los puntos más gestionables del azar, porque con una buena planificación estratégica puedes tener enfrentamientos muy ventajosos a tu favor. Tratad de apoyar en un combate con otro Emperador siempre que podáis para aplicarle un x2, porque se nota muchísimo (sí, ya sé que soy el capitán obvio).
Y la última cuestión en la que influye mucho la suerte en una partida al Tetrarchia, es en la marcha de los ejércitos bárbaros a través de terreno difícil. Cuando te encuentras a ejércitos bárbaros que son expertos en parkour y en running, lo vas a tener muy difícil, pero que muy difícil para ganar. Básicamente, porque se te plantan en Roma en un abrir y cerrar de ojos.
Con esto me refiero a la tirada de 4+ que tienen que hacer estos para pasar los accidentes de terreno. Tiradas que marcan de forma muy significativa una partida. Hay, a veces, que se atascan y te es sencillo darles caza y gestionar el mapa. Pero, hay otras, que muy bien tienes que jugar cuando los ejércitos bárbaros empiezan a superar todas las tiradas al 50%.
Soy consciente de que la varianza a nivel estadístico tiende a compensarse con el tiempo. Pero la cantidad de partidas que tenemos que jugar para que esta se regule es un muy alta. Aún así decir que va a ser la habilidad de un jugador lo que va a marcar la diferencia a la hora de alzarnos con la victoria en Tetrarchia. Es un juego de pericia estratégica, y no de azar (vamos, que no es un parchís ni muchísimo menos).
Buena experiencia multijugador y monojugador
Lo he probado de las dos maneras, y el juego no pierde para nada en ninguna de ellas. Me gusta más jugarlo solo, pero eso ya depende de cada uno, porque me da mayor control sobre los acontecimientos de la partida. Pero es muy divertido jugarlo con otros jugadores, y vivir una experiencia común para hacer frente a los bárbaros.
Eso sí, hay que coordinarse bien y no ser muy casual, porque 1 jugador despistado puede arruinar la experiencia de la partida de aquellos que busquéis vivir una experiencia estratégica estimulante. Aunque también podéis jugar a un nivel de dificultad muy bajo y mantener un nivel de atención menor para no tener que estar tan pendiente de la partida. Y que se os desmadren las cosas constantemente. Esa es una de las grandes ventajas que tiene este juego: la gran capacidad para autorregular la dificultad de los escenarios.
Materiales
Muy buenos para lo que es el concepto del juego y su precio. No os esperéis un BloodBorne o un Zombicide, porque son juegos cuya naturaleza y propósito son bien distintos. Aquí buscamos vivir la experiencia de juego que nos brindan las mecánicas brillantes del Tetrarchia. Y desde ese prisma, los materiales son muy buenos para su precio de 30€.
Las piezas de madera son bonitas, fácilmente manipulables y cumplen genial con el rol que tienen. El mapa de cartón está bastante bien, y es una mejora respecto a la almohadilla plegable que antaño tenía. Las fichas son de buena calidad, gruesas y fácilmente ubicables e identificables en el mapa. Los dados están muy chulos, especialmente el que sirve para indicar la región del mapa.
Recomendado al 100%
Sin dudas, es un juego muy recomendado para los amantes de los juegos de mesa. La cantidad de horas de diversión que nos puede brindar el Tetrarchia, y lo fácilmente transportable que es nos ayudará a poder jugarlo en donde queramos. Un «must» de los amantes de los juegos de estrategia rápidos y con mecánicas bien construidas.
Para acabar este análisis, os dejo el enlace a Draco Ideas para que podáis haceros con un ejemplar del Tetrarchia. Si te gustan los wargames bien equilibrados y rápidos de jugar, este es tu juego: